Puedo decir con certeza que solo son lindos recuerdos los que guardo de mi paso por la primaria, he tenido hermosas y excelentes docentes, especialmente tres de ellas han dejado huellas imborrables en mi, les tengo una gran admiración. Esa misma admiración que en la niñez me llevo a imitarlas, a jugar a ser como ellas.
Estos momentos han direccionado inconscientemente mi elección por ser docente, lo sé estoy segurísima.
En esos años he sido una alumna con ganas de explorar, investigar, ayudar, aprender eso se los debo a ellas y a mi familia que me acompaño siempre, pero reconozco que con el paso de los años y con los cambios que se producen en el pasaje de un nivel a otro, un poco de esas ganas se han quedado en el camino.
Más adelante tenemos las consecuencias de los cambios termine el polimodal en el 2006 con el título de economía y gestión, una modalidad que elegí porque dos de mis hermanos también la eligieron con anterioridad.
Mi papa no quería que trabaje sino que estudie. Así que al año siguiente comencé en la facultad de ciencias económicas, la carrera de contador público no porque resultaba en ese entonces mi preferencia, varias razones me hicieron decidir por ello: egresar con el titulo ya mencionado, varios de mis compañeros seguían lo mismo y en la misma universidad, mi familia apostaba a esa carrera.
La docencia había quedado debajo de la cama por comentarios tales como: ¨no es fácil trabajar con los chicos y menos ahora¨´, ¨no te dan b- -a, te pasan por arriba¨, y otros como esos.
Medio año en la facultad basto para darme cuenta que no era lo mío, que no me gustaba para nada, me sentía totalmente desubicada, pero no deje completé la cursada con un embarazo ya de tres meses y con un resultado de solo 2 materias aprobadas a fin de año, que no era algo muy agradable, pero en ese momento lo tome como algo muy superficial, esperaba a mi primer bebe toda mi atención la tenia ella, Agostina.
Comenzó el 2008, toda panzona volví a anotarme en algunas materias. En junio nació mi nena y no volví a retomar.
El 2009 fue el año en el que finalmente hice lo que quise desde un principio: comencé el profesorado de educación primaria. Me inscribí en el colegio lujan de adrogué que luego de semanas cerro porque no completo la matricula. De ahí en más el mismo colegio se encargo de ubicarnos en este profesorado, tanto a mí como a otros compañeros. Hoy soy la única que queda de los cuatro ´sobrevivientes del lujan´.
Primer año me costó mucho, se me hacía muy difícil dejar a mi nena algunas horas, todos los días. A esto se le sumaba el tiempo de estudio que requiere la carrera y la demanda constante de Agostina, por momentos llegue a sentirme muy mal, mala mamá por dejarla a diario, pero era ella la que me daba fuerzas para seguir, para no bajar los brazos y no quiero dejar de nombrar a mi familia que también me ayudo mucho y constantemente. Si hoy estoy en tercero es también gracias a ellos, a su apoyo incondicional.
Segundo año me resulto mucho más llevadero, quizás había encontrado el ritmo en todo esto, de hecho me fue mejor que en primero.
Fue un año en el que he vivido mis primeras experiencias como docente en formación. Fue hermoso!! Realmente me gusto mucho observar, tener ese primer contacto con las escuelas, con los chicos. Siempre recuerdo lo que nos dijo una seño de tercero que fue uno de los grados que observamos con nati, mi compañera…
¨no se pude explicar todo lo que docencia te deja, todo lo que los chicos te dan¨. En esos tres días lo pudimos comprobar. Recibimos mucho amor de los chicos, nos hicieron sentir parte de ellos. Queríamos quedarnos ahí pero era una observación de tres días solamente, deseábamos que se hagan larguísimos, pero pasaron rápido, han sido breves pero consistentes, llenos.
Finalmente acá estoy, en tercer año, no puedo creer que haya pasado tan rápido, se me hace que fue ayer el comienzo. Pensar que falta muy poco para poder concretar parte de mi objetivo me llena de orgullo. Me hace verdaderamente feliz.
Diaz Daniela
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